Cuarentena, semana 6.

Después de 6 semanas encerrados, nos dicen que empezaremos pronto la desescalada y podremos salir un poquito.

Me he acostumbrado a estar en casa, a vivir en pijama, a dar clase por Internet, aunque a veces, no nos pongamos de acuerdo con las horas de las clases.

Creo que, después de las 6 semanas que llevo en casa, el mayor miedo que tengo, es el volver a la calle. Sé que en algún momento tendré que quitarme el pijama y en vez de ponerme uno limpio, ponerme ropa y salir a la calle. Pero no quiero que ese momento llegue, al principio no estaba preparada para quedarme encerrada en casa, pero ahora no estoy preparada para volver a salir. 

Cuarentena, exámenes.

Llegados a este punto, tenemos la conclusión de que nuestros últimos exámenes del curso serán desde casa, y cada profesor te explica su nueva metodología de evaluación online, siendo el único pensamiento igual de todos el... "lo hago de esta forma para que no podáis copiar".

Entiendo que los profesores no se fíen de nosotros, sinceramente, yo tampoco lo haría, pero al igual que para ellos es una situación nueva, para nosotros también. 

Nos dicen que los test tendrán tiempo de respuesta, ni que fuese esto pasapalabra... Por otra parte nos dicen que vamos a hacer exámenes orales, en los que, ya te lo puedes saber bien todo al dedillo o la has liado, porque un desarrollo escrito, lo puedes repasar y escribir después algo que se te hubiese olvidado, pero un desarrollo oral.... Exámenes diferentes para cada uno, y esto implica cambio de dificultad en función del alumno... 

Entiendo que haga falta una forma de evaluar, no pueden ponernos un 5 a todos y ya está, pero también tengo claro, que por mucho que digan que esta evaluación cuenta menos, con este repentino, no copies, que en exámenes presenciales ni se preocupan por él, las notas, por lo menos mías, probablemente tiendan a bajar, y no creo que por mucho que haya que fijarse en las notas anteriores, yo vaya a quedar conforme y contenta al final.

Por otra parte decir también, que no se puede pretender que hagamos unos exámenes rápidos, teniendo en cuenta que, en algunos casos la explicación ha sido nula, dado que con decir "esto es lo importante" o "lo leéis y hacéis un trabajo" el tema para examen se da por visto. Entiendo que no todo el mundo puede o sabe dar una clase online, pero no pueden pretender que de algo que he tenido que aprender y entender yo sola, haga un examen express perfecto, intentando mantener mis calificaciones.

En este punto, siendo mi más sincera opinión, y entendiendo que no queráis que copiemos, la mejor opción sería el test con tiempo a lo pasapalabra, porque no os sabéis la situación de cada uno para realizar un examen oral, si comparte la habitación con un hermano y le tiene que echar de su propia habitación, por ejemplo, al igual que cada uno de los estudiantes está encerrado en casa, su familia también, y en la misma casa, y explícale tú a un niño de 4 o 7 o 12 años, que tiene que estar fuera de su habitación, y que puede jugar, pero no puede hacer ruidos, y que hasta nueva orden, no puede volver a entrar. Bastante aguantamos con la pérdida de libertad estando confinados, como para encima, tener que reducir aún más la libertad dentro de la propia casa, solamente para hacer un examen cuyo resultado no nos va a gustar. 

Cuarentena, semana 5.

Llegados a este punto ya me he acostumbrado a estar en casa sin poder salir. Ya no pienso en, ojalá esta sea la última prórroga, porque intuyo que todavía habrá más.

A lo que no me acostumbro, es a tener profesores que intuyen según les viene, contradiciendose entre ellos, por meros pensamientos personales, consiguiendo únicamente un estrés y agobio terrible.

Cómo ya dije en algún momento, no me gusta hablar del futuro, porque es incierto e impredecible, pero tampoco podemos estar en un presente en el que unos dicen que hasta septiembre no volveremos a las aulas y que los exámenes serán virtuales, mientras otros nos dicen que seguro que tendremos una semanita a mediados de junio para hacer los exámenes presenciales.

Entiendo que del futuro así a la ligera no se pueda opinar, espero que pronto se diga si volvemos o no, y no el simple, ya iremos viendo, ya que en caso de no volver, debemos prepararnos para hacer unos exámenes desconocidos en forma y no estar esperando hasta el final, para hacerlo todo rápido y mal. Aunque... En verdad... Así es como se hace siempre todo ¿no? Rápido y mal...

Cuarentena, semana 4.

Esta semana de vacaciones en casa ha sido para pensar y echar de menos...

Llevo un mes lejos de mi familia y mi tierra, encerrada entre 4 paredes blancas... A veces me siento como una princesa encerrada en lo más alto, de la más alta torre, aunque bueno, luego oigo a los vecinos y me doy cuenta de que en lo más alto no estoy.... 

Sé que todavía falta mucho para volver a mi tierra y a ver a mi familia, pero más falta todavía para ver a los que están más lejos. Desde hace años, aprovechaba mis vacaciones de Semana Santa para desplazarme y visitar a mi tía y mis amigos del sur, la única vez al año que los veo y este no ha podido ser, y les echo de menos, sabiendo que faltan unos 365 días, para volver a vernos todos. 

Echo de menos, ser la amiga loca del norte, que se va a la playa, desierta en las mañanas de abril, la que tiene que pedir que repitan mil veces porque no entiende, la que no se pone una chaqueta cuando todo el mundo va con un abrigo con 23°C....echo de menos a mi gente del norte, pero esta semana, sobretodo echo de menos a mi gente del sur. 

Espero volver a veros pronto(D, A, L, T, C) ❤️

Cuarentena, semana 3.

Empiezo a normalizar el no salir, el tomar el aire a través de la ventana, al tener que ver a mi familia a través de una pequeña pantalla. Si, mi cabeza lo normaliza, pero mi cuerpo se vuelve loco.

Los minutos pasan como si de horas se tratase, no soy capaz de llevar los ritmos normales, mi cuerpo ya no diferencia el día de la noche para dormir, ni la hora de comer o que sea media tarde, para tener más o menos hambre. 

Sé, que cuando todo esto se acabe, me volveré a quejar de que no tengo tiempo para hacer todo lo que quiero, y lo podría haber hecho, en este encierro, pero es que, ahora, lo único que quiero, es poder salir a dar un paseo al lado del río, y que mi cuerpo vuelva a sus ciclos, y duerma solo por la noche, y no tener sueño a cualquier hora, y no abrir la nevera a todas horas en busca de algo de comer, más que por hambre, para matar los minutos, que siento como horas.